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Ahíto, cansado... (Nocturnos 3)

Ahíto, cansado, lleno, saciado
masticando la rabia de la tarde
te encuentra la noche

pensando en el coraje que faltó
o la cobardía que sobra
escupiendo

los restos amargos de un jornal
absurdo, mezquino.
Empujando

la piedra de Sisifo, o peor
entregandole el higado
a las águilas

Esperando que un Heracles
te salve, Prometeo
suburbano.

No vendrá el hijo de Zeuz
a buscar tu saber
ni a desencadenarte

Estarás años esperando
una revelación, un albur
un movimiento

un destino mejor que el de mirarte
en el fondo del vaso

naufragando.

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Choque

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