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Mostrando entradas de marzo, 2019

Odiseo (Ítaca 5)

¿Qué pasará después de poner sus pies en las arenas de Ítaca, qué será de mi casa? ¿Qué creerá Penélope de los relatos de las batallas y los viajes? ¿Y si Troya jamás existió? ¿Si todas las mañanas despertaba, y del otro lado de la cama estaba el cuerpo amado? Quizás siempre estuve al lado de Penélope. ¿Por qué habría dejado entrar a los pretendientes, descuidado a Telémaco? ¿Qué clase de hombre será Telémaco? ¿Qué aventura ha sido esta? ¿Dónde están están Polifemo, o Calipso? ¿A quién cantaban las sirenas? Me encuentro en Ítaca. ¿Reconoceré a mi mujer y a mi hijo? ¿Podrán reconocerme? Así estoy: de regreso,  confiando en la generosidad del amor,  esperando.

Telémaco (Ítaca 4)

¡Ojalá que fuera vástago de un hombre dichoso que envejeciese en su casa, rodeado de sus riquezas!; mas ahora dicen que desciendo, ya que me lo preguntas, del más infeliz de los mortales hombres. ODISEA. Canto I ¿Qué es un hombre? ¿Qué sentido tiene ser el príncipe de Ítaca? ¿Qué obligación me empuja hacia el mar, en busca de Néstor y Menelao? ¿Qué honor debo limpiar?, ¿a quién debo servir? Ninguna respuesta. ¿Tendré que navegar como Odiseo, en busca de una costa donde queden mis huesos desnudos? ¿Quién es Odiseo?, o mejor dicho,¿quién era Odiseo? ¿Qué es un padre? ¿O acaso seré hijo del mar y al mar debo volver? Méntor me alienta a que navegue. También a que mate a los pretendientes. Nadie ha preguntado nunca qué quiere Telémaco. Si es que Telémaco existe. Si es que Telémaco desea. Si es que Telémaco tuvo padres. Si este cuerpo es algo más que un huerfano. Al mar. A por respuestas.