¿Estarás todavía en el centro de la noche esperando la luna para juntar mandrágoras? Macbeth o cualquier hombre podría interrumpirte. El día traerá hambre y más hambre, como siempre. Y traerá otros días, y meses, y estaciones, de siembra, de cosecha, de vidas y de muertes. Y estarás sola, conjurando astros, recogiendo hierbas, preparando la tierra, asistiendo a los partos, de otras, nunca el tuyo. Cuando quieran llevarte, arrastrarte a la plaza, clavarte con agujas, arrancarte la piel y quemarte en la hoguera, de pie en el patíbulo te reirás con fuerza, sabiendo que la noche (cualquier noche, quizás esta misma) te traerá de vuelta, para juntar mandrágoras.