Otra noche fría estoy en casa
como el año pasado, pero no
porque este año es menos cruel.
No me he vuelto más sabio, no.
Tampoco más cínico, o prudente
pero el tiempo y el dolor enseñan.
No es gran cosa, pero es todo:
Prestar atención a los que quiero
y no distraerme en los imbéciles.
Recordar lo bello (una plaza,
una playa, en el mar o la sierra,
los hombros de Mariana)
No necesito más. La confusión
y la estridencia, volverán, pero
soy más viejo. Estoy preparado.
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