—Ve ahora a la pocilga y échate con tus compañeros. Así habló. ODISEA Canto X Puede ser que me hayas encontrado ya alguna vez. A lo mejor en mi isla, o navegando el Egeo, o me cruzaste en un ascensor. El hecho de ser eterna me hace difícil entender el tiempo. No creo que me reconozcas. Dicen que mi cuerpo es atlético y bien formado. Si viste el retrato que me hizo Waterhouse, no me hace justicia. A lo mejor fuiste mi amante o mi sirviente, estuviste en mi palacio y comiste de mi mesa, te recostaste en mi pocilga o en mi cama. Después de tanto tiempo no recuerdo a todos. Tuve hijos. Con Odiseo. Y con Telémaco. Si te escandaliza, deberías saber que tu juicio no tiene ninguna relevancia para mi. Recuerdo cuando hace años Odiseo se sentó a mi mesa. Tenía miedo. Hermes le había advertido quién era yo. Sabía la suerte de sus marineros. No escapó. Por eso me pareció atractivo. Del mismo modo en que los gatos se sienten atraídos por los ratones, decidí que podía jugar un po...