Para SL en su cumpleaños. Como pasa seguido en la literatura argentina, la culpa la tuvo Borges. Él puso de moda eso de andar usando dobles que hicieran el trabajo por uno, que llevaran el peso de las relaciones públicas y dijeran ingeniosadas por ahí. Dicen que había conseguido un cabalista que por unos pocos pesos le hizo el golem con su aspecto para que andara caminando titubeante de la mano de Kodama, sosteniendo el papel de escritor de laberintos y tigres, mientras Borges andaba tranquilo por los piringundines de los barrios del sur. El problema fue cuando todos los escritores, los consagrados y los principiantes, se vieron en la necesidad de tener un doppelganger que llevara una vida interesante por ellos. Por suerte gracias a Madonna que se convirtió a la Kabalah, esta chapucería hebrea de andar creando seres con palabras se puso de moda. Hoy encontrás fácilmente quien te hace un doble como antes aparecían por el barrio nuevos estudios de Pilates, parripoll...